En el año 2010, el componente de El Canto del Loco, David Otero, decidió bajarse de las alturas y se convirtió en El Pescao para nadar en solitario con la idea de crear un proyecto personal, libre y desenfadado, un disco que no es sólo un disco, algo que no resulta extraño teniendo en cuenta el título del mismo, Nada Lógico. En pocas semanas, este universo de creatividad se hizo un hueco en lo más alto de las listas de ventas y dos años después de su lanzamiento, continúa dándole al cantante madrileño la oportunidad de hacer lo que más le gusta en la vida, crear y compartirlo con los demás.

Entre concierto y concierto, El Pescao ha charlado con ALMERÍAdeFIESTA con la dulzura y carisma que tanto le caracterizan.

Los que hemos nadado contigo sabemos que eres un artista peculiar. Prueba de ello es la edición especial de tu disco Nada Lógico, que contiene una púa, una agenda, dibujos, un USB y muchas sorpresas...

Es una manera bonita de desarrollar la creatividad. Una caja de galletas con un USB suena muy loco, pero la compañí­a nos apoya. No es sólo un disco, es una explosión de libertad, son canciones que salen del corazón, es la búsqueda de un estilo determinado.

En ese estilo hay una variedad intencionada, y sin embargo, nada desentona. ¿Cómo lo has conseguido?

El nexo común de todos los temas es la voz. Las canciones son la materia prima que tengo para trabajar, y el estilo, es la prenda que le voy a poner. Son trajes que se eligen para cada canción, pero pueden funcionar de muchas maneras. Me siento cómodo en la variedad.

En muchas de esas canciones también hay elementos comunes, como el mar y la naturaleza

Hay letras autobiográficas y otras inventadas. Por ejemplo, en Castillos de arena cuento la historia de una mujer que se enamora de una playa. Para mi es un lugar en el que respirar, me trae buenos recuerdos de cuando veraneaba con mis padres en Cartagena. Es importante escuchar a la naturaleza, porque te aporta muchas cosas.

Hablando de recuerdos y de letras...¿de qué trataba la primera canción que escribiste?

Hablaba de amor y se llama Llueve en mí. En el momento en el que la escribí no lo sabía, pero se convirtió en una de las canciones más famosas de El Canto del Loco.

Esa fue tu primera canción pero, ¿cuál es el último videoclip que te ha impresionado?

Somebody That I Used to Know de Walk Off The Earth.

Tus videoclips también son realmente personales. En más de una ocasión has declarado que están realizados por tus amigos, y que incluso tu disco ha sido grabado en casa en un proceso íntimo y sin prisas. ¿Qué es lo mejor y lo peor de autogestionar tu proyecto?

Todo es lo mejor, de esta manera y con todas las consecuencias al final el que te la juegas eres tú. Me gusta ver que cada vez somos más los que hacemos las cosas desde casa, a través de Internet y sin barreras, con más libertad y llegando directamente a la gente.

Y parece que has llegado para quedarte porque tu disco sigue teniendo vida y te espera una larga gira de conciertos. ¿Qué se va a encontrar el público sobre el escenario?

No van a ver el típico concierto. Se van a encontrar un show muy divertido lleno de canciones que intentan transmitir buena energía, diversión y espontaneidad. Eso es lo único que pretendo, divertirme y que la gente se divierta.