Desde que el gaditano Ismael Beiro congregara a casi 10 millones de espectadores en la final de la primera edición de Gran hermano hasta ahora, ha pasado mucho tiempo. Lo hemos visto hacer casi de todo, presentador, reportero, actor...pero ahora nos sorprende y suma otra faceta más a su curriculum, la de cómico. ALMERÍAdeFIESTA ha compartido con él este nuevo giro en su trayectoria profesional y lo ha comprobado en El Club de los Increíbles.

¿Cómo llega un ingeniero superior marítimo a ganarse la vida con el humor?

La comedia es el mejor traje que podía haber encontrado. Todos los grandes comunicadores de este mundo en el fondo son cómicos, mira Jay Leno. ¿A quién no le gusta salir diciendo cosas y que la gente se ría? Es más difícil hacer reír que hacer llorar.

Conocemos tu faceta como presentador, empresario y ahora cómico. ¿Dónde te encuentras más cómodo?

Yo, trabajando, en lo que sea. Trabajar actualmente es un don divino. Amigos míos me dicen que están hartos de su trabajo y yo les digo que son unos afortunados que hay gente que no tiene ni para pagar la luz a fin de mes. Yo me encuentro cómodo trabajando de lo que sea.

Desde que te diste a conocer, no has parado de trabajar

Tienes que ponerle mucho esfuerzo y trabajo. Hay que tener tesón y creer en lo que uno hace. Cuesta mucho trabajo mantenerse y reinventarse. Yo tenía que haber encontrado antes la comedia. Empecé haciendo un curso para ver cómo era esto de la comedia y cómo se escribía un monólogo. Antes pensaba que simplemente era contar una sucesión de chistes.

¿De qué va el monólogo que estás preparando?

Se llama Wassup. Voy a crear una plataforma y a recoger firmas para que quiten del Wassup  cuando estás en linea y cuando ha sido la última vez que te has conectado. Eso va a terminar con todas las parejas de este país. Yo he llegado a ponerme la alarma a las 8 de la mañana para mandarle un Wassup a mi novia para decirle que ya estaba despierto cuando había llegado de fiesta un rato antes.

Coincidiendo con el nombre del espectáculo ¿Te consideras un hombre increíble?

Más bien constante y buscador de nuevos objetivos para que luego mi trabajo obtenga buenos resultados, si a eso se le llama ser increíble, sí, lo soy. Yo creo que es más increíble estar aquí después de aquel accidente de coche que tuve.

¿Cuál crees que es el secreto de hacer reír?

Fijarte en tu alrededor y observar mucho a los demás. El chiste o la sonrisa está en lo que le ocurre a uno mismo, en lo más cotidiano. Por ejemplo, el otro día mi madre me decía que tenía un niño apadrinado en África, y que con la crisis, era el crío el que le mandaba dinero a ella. No dudé en quedarme el chiste para mi espectáculo.

¿Cuál ha sido la última situación que has vivido que podrías meter perfectamente en uno de tus monólogos?

Con el padre de mi novia. Mi suegro es muy serio, un hombre muy recto. Recientemente fue su cumpleaños y yo estaba esperando a que pasaran las 12 de la noche para felicitarlo. Eran las 12 y cuarto, tenía que salir al escenario, todo el mundo gritándome, el público esperando... Lo llamo, lo felicito, y le pregunto que si ya lo habían felicitado sus hijos, a lo que me contesta que acaba de aterrizar en canarias y que allí es una hora menos...

¿Cuándo y cómo fue tu primer monólogo como profesional?

El 20 de junio de 2010, nunca se me olvidará. Fue en las Palmas de Gran Canaria. Iba con otro cómico, Chema Trueba, que perdió el avión y no pudo llegar. Los dos teníamos preparado un espectáculo muy bueno, redondo. Faltó él, el espectáculo se vino abajo y me tuve que inventar la actuación entera. Cogí todas las expresiones canarias que existen en contra de los godos y todo fue sobre ruedas. Creo que a la gente le gustó porque desde entonces ya he actuado unas cuatro veces en el mismo local.

¿Sigues teniendo los mismos nervios que la primera vez?

Siempre, y más actuando alrededor de monstruos de la talla de Julio A Secas, el Monaguillo... toda esta gente que llevan años y años actuando, ya es una rutina para ellos. Yo aún soy novato y me sigo poniendo nervioso. Yo me beneficio de los nervios y me vengo arriba, me concentro más.

¿Con qué vas a sorprender al público almeriense?

En cada monólogo suelo hacer una acción de marketing. Hoy voy a llamar en directo al Auditorio de Roquetas de Mar para ver como ha sido la venta de entradas de la competencia.

¿Qué piensas cada vez que vienes a trabajar a Almería?

Almería es una moneda al aire, normalmente me sale bien. El público de Almería es muy exigente, y eso es bueno  para los que nos dedicamos a la comedia porque te propone hacer mejor las cosas y esforzarte más. Los espectadores de Almería buscan comedia de verdad.

¿Qué es lo que más te gusta de Almería?

Almería es una ciudad que lo tiene todo a mi punto de ver. La primera vez que visité La Alcazaba fue para rodar unas cosillas y me quedé impresionado. El Cable Inglés también es una maravilla.

Entrevista realizada por:
JOSE MARÍA ROMERO GARCÍA