Es curioso lo que un "programa" de televisión puede provocar en nuestras neuronas. Si hay gente que dice que para ir a Mujeres, Hombres y Viceversa no hay que estar muy cuerdo, hay otros que pensamos que es allí donde algunos encuentran el camino a la "tontura total" (sinónimo inventado de perder la sensatez). Hace pocas semanas contamos con la presencia en Almería de Toño, un chico guapo para ellas, chulo para ellos, prepotente para algunas, simpático para otras, con una sonrisa envidiable para algunos, con una falsedad manifiesta para otros y otras... quizás todo a la vez para los que hemos estado a su vera.

La cuestión es que por lo que hemos vivido junto a él, Toño no se hace el chulo, Toño lo es. Cuando lo llamaron de ese programa de Tele-5 debió ilusionarse mucho, pero meses después terminó rindiéndose a la fama que muy pocos saben llevar en su cabellera. Por otra parte, curioso lo que en España consideramos como fama. En fin, al igual que hicimos con Meritxell del mismo programa, hablando de su gran simpatía y complicidad, creemos igual de justo contar lo que nos ocurrió con este personaje.

Era viernes, tenía que estar en Almería sobre las 10 de la noche. No nos cogió el teléfono en todo el día y tan sólo nos devolvió dos llamadas, en una nos pidió que por favor le comprásemos gomina, y en otra, ya desde el hotel, nos dijo que no quería cenar en cualquier sitio y que prefería que la comida se la trajesen a la misma habitación del hotel, siendo abonada por nosotros, claro está. Cuando llegó a la sala, en la que tenía que estar 2 horas echándose fotos con chicas guapas y con gente que estaba deseando verle, lo primero que dijo fue: "estoy hasta los cojones de hacer bolos". ¿Imagináis que os paguen 1.000 euros en 2 horas porque os hagáis fotos con chicas y digáis con desgana que estáis hasta los cojones? No, nosotros tampoco. Nos dijo que retirásemos la cámara de vídeo ya que el foco le impedía sonreir correctamente (nunca habíamos escuchado algo así). Las chicas le pedían autógrafos y él decía que no le apetecía firmar a la vez que se echaba las fotos, que lo dejáramos para más tarde, que además era aburrido y cansado (1000 euros, ¿recordáis?).

Al finalizar el calvario, le pedimos por favor hacerle unas fotografías en solitario y hacerle una entrevista para vosotros, pero nos dijo que "pasaba, que había quedado". Sí, un chico al que hace 3 meses lo mismo lo tenían por friky en su barrio, terminaba diciendo que no a unas simples preguntas para sus fans (que desde hoy esperamos que sigan siéndolo pero sabiendo cómo es su idolatrado).

Como Toño no quiso decir nada para vosotros, aquí os hemos plasmado lo que pudo haber sido y no fue, la realidad de lo ocurrido, todo gracias a unas neuronas distraidas por salir en un programa de televisión. Suerte maestro.