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Bibiana Fernández y Loles León, dos chicas Almodóvar que brillan con luz propia
Fecha publicación: Lunes, 30 de Enero de 2012
Ya era hora de ver juntas y sobre las tablas a Bibiana Fernández y Loles León. Dos de las chicas Almodóvar que brillan con luz propia en una obra escrita expresamente para ellas.
Félix Sabroso y Dunia Ayuso, le han confeccionado un traje a medida en forma de texto teatral a estas dos actrices. Marta (Bibiana Fernández), una rubia escultural preocupada de engrosar su vestidor con trapitos de alta costura y obsesionada con planchar mediante lifting y pinchacitos todas las arrugas de su rostro, se encuentra abandonada por su pareja, al borde del abismo económico y emocional. Ante esta situación, decide poner fin a su drama ingiriendo todas las pastillas que encuentra en su botiquín. El arrepentimiento invade al personaje; Marta, en busca de ayuda, llama inmediatamente a Manuela; una amiga a la que hace ocho años que no ve. Manuela (Loles León) es el contrapunto de Marta. Aparentemente una mujer centrada y estable a nivel laboral, económico y sentimental. Sólo el miedo que ambas tienen a la soledad hace posible la evolución de esta gran comedia.
En medio de esta inusual situación, la obra da comienzo ante un público ansioso de ver a estas dos amigas en la ficción y en la realidad y disfrutar de la función.
Una vez que Marta se ha librado del terrible coctel farmacológico, ambas aprovechan este reencuentro para hacer un repaso de sus vidas. Llega el momento de los reproches, de afrontar sus fracasos, de recordar desternillantes situaciones, de afrontar sus miedos y todo esto aderezado con grandes dosis de descaro y humor. Sus noches locas allá por los ochenta regadas de alcohol, drogas y sexo, la aparición de una pistola y un sin fin de anécdotas hacen recordar a Almodovar y su trupe. En determinados momentos de la obra el espectador parece estar viendo un remake de Mujeres al borde de un ataque de nervios o una versión españolizada de Mujeres desesperadas, que aún es mejor.
La sorpresa de la noche, se produce cuando y para el deleite de los allí presentes, llega el momento musical, donde Bibiana y Loles demuestran que además de actuar también saben cantar y bailar como actrices curtidas en revistas y espectáculos de variedades.
Tras casi una hora y cincuenta minutos que duró la obra, el público de Almería se volcó en aplausos y ovaciones a estas actrices. De repente, Bibiana toma la palabra para agradecer el calor que han recibido de Almería y pide otro aplauso más para su compañera y amiga, que tras fracturarse el cúbito del brazo izquierdo horas antes de volar a nuestra tierra, se negó a suspender las funciones.
El antagonismo en los personajes, el dramatismo de la circunstancia y el terrible carácter de estas féminas han hecho que el público de Almería disfrute de esta obra y se quede con ganas de más.
JOSE MARÍA ROMERO GARCÍA
Redacción ADF