Fuerza, astucia y coraje son las claves cifradas del código moral de un guerrero. El auténtico héroe tan sólo persigue una voluntad, la voluntad del triunfo de la justicia, como Conan el Bárbaro, que en 1982 cabalgó por tierras almerienses en busca del honor perdido. Aquel rodaje dirigido por John Milius dejó inscrita en la historia la leyenda de este personaje inmortal cuyo linaje ha sobrevivido al transcurso de los años, haciendo emerger de la tierra un batallón de gladiadores del siglo XXI que han cambiado la arena por el césped, la armadura por la ropa de compresión, el espíritu de la guerra por el de la competitividad. Ellos son los Barbarians, el primer equipo de Almería de Fútbol Americano que se contempla en el Registro Andaluz de Entidades Deportivas desde el año 2010.

Aunque hace 10 años ya hubo un intento frustrado de formar el equipo, las redes sociales y la pasión por el deporte consiguieron reunir a un grupo de jóvenes que compartían una misma afición. Algunos de ellos ya habían jugado en otros equipos, como es el caso de Alberto Sanz (presidente) en el Granada Lions o de Carlos Serrano (vicepresidente) en el Mallorca Voltors. Lo que en un principio comenzó como un encuentro de amigos a la orilla de la playa, acabó formalizándose en un equipo de 25 miembros, si bien por norma general los equipos suelen estar compuestos por 30 jugadores.

A lo largo de las semanas el Estadio de la Juventud es testigo del emocionante entrenamiento de estos deportistas, que se reúnen unas cuatro horas semanales para disfrutar de lo que hoy en día conciben como un hobby.

En cuanto a lo que competiciones se refiere, debutaron como equipo el 14 de enero contra un duro adversario, el Granada Lions, actual campeón de Andalucía, mientras que el pasado 17 de marzo disputaron su segundo asalto  enfrentándose a los Potros de Coín, a quienes consiguieron derrotar con un arrollador 12-0. A pesar de su evidente proyección de momento tan sólo juegan amistosos, debido entre otras circunstancias al gasto económico que generan equipación (entre 150€ y 300€), desplazamientos o árbitros. Pero lejos de rendirse ante la adversidad, están buscando otras alternativas más asequibles, como organizar una liga paralela, una iniciativa que continúa latente a la espera de que aparezca un patrocinador dispuesto a darle su apoyo a modo de mecenas.

Lo que si parecen tener claro es que la asignatura pendiente es crear afición en nuestra tierra. Podría decirse, sin ánimo alguno de caer en odiosas comparaciones, que el fútbol americano es a España lo que el soccer (el fútbol de toda la vida) es a EE.UU. Aún así, en nuestro país hay numerosos equipos, y los más antiguos datan de hace unos 20 años, incluso es importante saber (por si alguno tenía pensado reivindicar el sexismo en el asunto que nos ocupa) que existe una Liga Nacional de Fútbol Americano Femenino.

Sea cual sea el futuro que tengan por delante, lo cierto es que los chicos de Barbarians son muy de aquí, y siempre tienen presente las ganas de reunirse para ver los partidos ajenos (la última final de la superbowl tocó verla en Mombasa), y una inmortal secuencia de Al Pacino en “Un Domingo Cualquiera”, que irremediablemente les ayuda a confrontar los propios desafíos en un deporte que se define en dos extremos, por un lado, el tesón y la estrategia, por otro, el ímpetu y la fuerza, en ocasiones la agresividad, pero nunca gratuita, ya que el sino del buen jugador, del auténtico héroe, es la búsqueda del honor, y las reglas de este juego están escritas para premiar el trabajo en equipo y el fair play.